Guía completa sobre la demencia senil en perros

Qué hacer con un perro con demencia senil

El síndrome de disfunción cognitiva, o demencia senil en perros, es una enfermedad que provoca un conjunto de síntomas que aparecen comúnmente en animales de edad avanzada debido al envejecimiento del sistema nervioso central.

Tiene una más pronta aparición en perros de gran tamaño, debido a que estos envejecen antes, se calcula que puede aparecer a partir de los 7 años, aunque es más común a partir de los 10 u 11. Puede aparecer en perros de cualquier tamaño.

Se produce por una disminución del número de neuronas y neurotransmisores que transmiten la información entre ellas y por una degeneración de ciertas estructuras del sistema nervioso central. Esta enfermedad tiene un curso progresivo y crónico. Aunque podemos retrasar la aparición de los síntomas o su progresión mediante suplementos y ciertos ejercicios, es una patología incurable.

Demencia senil en perros: fases y síntomas

Cuáles son los síntomas de la demencia senil en perros

La demencia senil en perros tiene unos síntomas muy evidentes, los animales que la padecen pueden mostrar alteraciones en su comportamiento normal como: 

• Irritabilidad y cambios en la personalidad: A veces están susceptibles, muestran enfado sin motivo aparente, se vuelven más “cascarrabias”, incluso les pueden llegar a molestar nuestras caricias o no saludarnos en las llegadas a casa.
• Desorientación, incluso en lugares conocidos. Que se quede mirando a un punto fijo mucho rato o que se pierdan.
• Trastornos del sueño, por la noche deambula por la casa sin un rumbo fijo, se desorientan y vocalizan. Incluso duermen por el día y deambulan compulsivamente por la noche.
• Cambios en los hábitos de eliminación: Incontinencia o dificultades para recordar dónde hacer sus necesidades.
• Desinterés por la interacción social: Pérdida de interés en jugar, acariciar o interactuar con sus dueños y otros animales.
• Cambios en la respuesta a estímulos familiares: Pueden dejar de reconocer a personas o cosas familiares.
• Excesivas vocalizaciones sin motivo aparente.
• Trastornos en la alimentación, se olvidan o no quieren comer (anorexia) o tienen apetito caprichoso.
• Fobias.
• Agresiones impulsivas.
• Pérdida de memoria de las rutinas.
• Altos niveles de ansiedad al sentirse vulnerables ante estímulos externos. Incluso depresión.
• Pueden desarrollar ansiedad por separación o híper apego.
• Acicalamiento excesivo, disminuido o ausente.
• Respuesta exagerada o disminuida ante estímulos rutinarios. Está más o menos alerta de lo normal. 

La demencia senil en perros suele progresar a través de diferentes fases:

1. Fase Inicial:

   • Síntomas leves, como cambios sutiles en el comportamiento.
   • Dificultades leves de aprendizaje y memoria.
   • Pueden tener problemas para adaptarse a cambios en el entorno.
     
     

2. Fase Intermedia:

   • Síntomas más evidentes, incluyendo desorientación y cambios en los hábitos de sueño.
   • Mayor pérdida de memoria y disminución de la capacidad de aprendizaje.
   • Problemas más notorios con la interacción social.
     
     

3. Fase Avanzada:

   • Síntomas graves, con desorientación severa y pérdida significativa de memoria.
   • Dificultades para reconocer a los miembros de la familia.
   • Problemas graves de incontinencia y deterioro general de la calidad de vida.

Cuánto puede vivir un perro con demencia senil

La esperanza de vida de un perro con demencia senil puede ser similar a la de un perro sin esta condición, siempre y cuando reciba el cuidado y tratamiento adecuados. Con una asistencia veterinaria continua, una dieta apropiada, y un entorno enriquecido que estimule su mente y cuerpo, un perro con demencia senil puede vivir varios años. La progresión de la enfermedad es variable, por lo que la calidad de vida del perro dependerá en gran medida del manejo que se le dé a los síntomas y de la atención constante por parte de los tutores y veterinarios.

 ¿Cómo prevenir?

• Marcar rutinas para aumentar la seguridad del perro, haciendo su vida más predecible.

• Paseos relajantes.

• En la pérdida de interés por la comida, cambiar a un alimento fresco con mayor palatabilidad puede ser una opción. Recuerda que podemos ayudarte a ti y a tu perrete a través de nuestros planes nutricionales adaptados: 

• Enriquecimiento ambiental mediante estímulos visuales, auditivos, olfativos y táctiles, adaptados a cada perro (en perros con demencia senil ya adquirida ejercicios muy avanzados pueden provocarles estrés).

  • Estímulos olfativos: Juegos de olfato o juegos interactivos mediante búsqueda de snacks o comida en juguetes rellenables o “inventos caseros” similares como alfombras olfativas o una simple toalla o manta arrugada o enrollada en el suelo con comida o snacks dentro.

  • Estímulos táctiles: como los ejercicios de propiocepción, haciéndoles andar por suelos de diferentes texturas y desniveles para que desarrollen su capacidad motora.

¿Cómo tratar?

Los ejercicios que les hacen pensar son beneficiosos porque hacen que se formen nuevas conexiones neuronales y se estimulen los neurotransmisores del cerebro a la vez que fortalecen nuestro vínculo con ellos.

• Tratamiento farmacológico: del cual se hará cargo nuestro veterinario en caso de ser necesario.

• Suplementos alimenticios: existen una gran cantidad de suplementos comerciales que se pueden usar tanto para prevenir como para ayudar a que no avance la enfermedad cuando ya se ha instaurado.

Algunos componentes antioxidantes naturales con características neuroprotectoras, previenen el daño oxidativo en las células cerebrales. Muchos de estos antioxidantes componen los suplementos alimenticios comerciales, aunque también podemos añadirlos en la dieta de nuestros perros de forma individualizada.

• Vitamina E

• Vitamina C

• Vitaminas del complejo B

• Ácidos grasos omega 3 (DHA Y EPA) Por ejemplo, el aceite de salmón salvaje natural

• Extracto de cannabidiol (CBD): tiene efectos antioxidantes, antiinflamatorios y ansiolíticos. Funciona tanto para casos de disfunción cognitiva como para dolores crónicos como, por ejemplo, en casos de artrosis, típica en los perros de edad avanzada.

• Cardo mariano: A parte de beneficios a nivel cognitivo, también actúa como detoxificante hepático en caso de problemas en el hígado. 

• Triptófano: no es un antioxidante como tal, pero es el precursor de la hormona serotonina, la cual interviene en la regulación del estado de ánimo, aumentando la sensación de bienestar. Como dijimos anteriormente los perros con disfunción cognitiva pueden sufrir de ansiedad o depresión por la situación que viven, por lo que este compuesto les puede ser de ayuda

• CroniCare Oil: Es un producto natural que combina aceite de CBD (con propiedades que reducen los síntomas de la demencia senil), aceite de pescado (es una de las mejores fuentes de ácidos grasos omega 3, principalmente EPA y DHA, que promueven una óptima salud cognitiva, cardiovascular y articular) y aceite de coco que contiene TCM que retrasan la progresión de la demencia senil.

Recetas naturales.