Irse de viaje siempre es motivo de ilusión, pero para quienes comparten la vida con un perro puede convertirse también en una fuente de dudas.
¿Qué pasa si no podemos viajar con el perro? ¿Dónde se quedará? ¿Estará bien cuidado?
El dilema es real: los perros no pueden explicarnos cómo se sienten en nuestra ausencia, y eso genera ansiedad en muchos dueños.
Afortunadamente, hoy existen distintas alternativas que permiten garantizar el bienestar de nuestro compañero mientras estamos fuera.
En este artículo vamos a repasar qué opciones tienes, qué aspectos deberías valorar antes de elegir y algunos consejos prácticos para que tu perro esté tranquilo y feliz aunque tú no estés.
Valora primero las necesidades de tu perro
Antes de decidir con quién dejar a tu perro, lo primero es pensar en él. No todos los perros tienen las mismas necesidades ni encajan en la misma solución.
Edad y salud
Un cachorro no requiere lo mismo que un perro mayor. Los más jóvenes necesitan actividad constante, rutinas y paciencia, mientras que los más mayores pueden necesitar cuidados médicos, tranquilidad y menos movimiento.
Carácter y nivel de energía
Hay perros muy sociables que disfrutan rodeados de otros canes, y otros que prefieren la calma y la rutina. Si tu perro se estresa fácilmente o ladra mucho cuando está con extraños, eso influirá en la opción más adecuada.
Necesidades especiales
Dietas específicas, medicación, alergias o conductas concretas hacen que algunos perros necesiten un cuidado más especializado. Esto es clave a la hora de elegir quién se encargará de él en tu ausencia.
Opciones cuando no puedes llevar a tu perro de viaje
Afortunadamente, hoy existen varias alternativas con pros y contras que puedes considerar:
Familiares o amigos de confianza
La primera opción para muchos. La ventaja es la familiaridad: tu perro estará con alguien a quien ya conoce y en un entorno hogareño. Sin embargo, no siempre cuentan con tiempo, experiencia o recursos para cubrir todas sus necesidades.
Cuidadores a domicilio
Cada vez más frecuentes. Un cuidador va a tu casa para pasearlo, alimentarlo y hacerle compañía. Ideal para perros muy dependientes de su entorno o que sufren ansiedad si cambian de lugar. El inconveniente es que pasan tiempo solos entre visitas, y no todos los cuidadores tienen formación suficiente.
Guarderías de día
Son espacios donde los perros conviven y juegan durante el día, mientras sus dueños trabajan o viajan por periodos cortos. Suelen ser buenas para perros sociables y activos. No siempre son adecuadas para largas estancias ni para perros más tranquilos.
Residencias caninas profesionales
La opción más completa cuando el viaje dura varios días. Las buenas residencias cuentan con instalaciones adaptadas, zonas de juego, habitaciones individuales y personal formado en comportamiento y salud canina. Aquí los perros tienen rutinas, socialización y descanso equilibrado.
La residencia canina, la opción más demandada para viajes de larga estancia
Cuando el viaje no son solo un par de días, sino semanas o incluso más, la residencia canina se convierte en la opción preferida para la mayoría de familias con perro.
A diferencia de un cuidador a domicilio o de una guardería diurna, un hotel para perros ofrece todo lo necesario para que tu compañero disfrute de una estancia completa, con rutinas estables, descanso adecuado y compañía constante, a un precio realmente asequible.
Ahora bien, no todas las residencias son iguales, y merece la pena invertir tiempo en elegir la adecuada. Fíjate en aspectos como:
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Ubicación y entorno: los espacios en plena naturaleza suelen ofrecer más calma y menos estímulos estresantes.
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Instalaciones: habitaciones individuales, bien aisladas del frío y del calor, zonas de juego amplias y seguras, e incluso piscina en algunos casos.
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Atención personalizada: cada perro tiene su carácter y necesidades; una buena residencia adapta rutinas, paseos y cuidados a cada uno.
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Comunicación con las familias: recibir fotos o vídeos diarios ayuda a viajar con tranquilidad.
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Experiencia del equipo: más allá del cariño, es importante que el personal tenga formación en comportamiento y salud canina.
Si vives en Madrid o alrededores, una opción recomendada es la residencia canina de Sólo es un perro, donde los perros no solo se alojan, sino que disfrutan de zonas de suelta amplias, habitaciones confortables y la atención de profesionales especializados.
Así, tu perro también tendrá sus “vacaciones” mientras tú disfrutas de las tuyas.
Consejos prácticos para preparar la estancia
Una vez elegida la mejor opción para tu perro, todavía hay cosas que puedes hacer para que su experiencia sea lo más positiva posible:
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Haz una visita previa: así tu perro se familiariza con el lugar o la persona que lo cuidará.
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Lleva objetos conocidos: su cama, manta o juguetes ayudan a reducir el estrés.
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Prepara todo lo que necesite: si toma medicación, por ejemplo, entrégala con instrucciones claras y por escrito.
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Explica sus rutinas: horarios de paseo, alimentación, costumbres… todo detalle cuenta para que se sienta en casa.
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Mantén la calma al despedirte: los perros detectan nuestro estado de ánimo. Una despedida tranquila les transmite seguridad.
Dejar a tu perro cuando no puedes llevarlo contigo de viaje nunca es fácil. Pero planificando con antelación, valorando sus necesidades y eligiendo la opción más adecuada, podrás disfrutar de tu viaje con la tranquilidad de que tu compañero está en buenas manos.
Recuerda: no se trata solo de buscar un lugar donde “esté cuidado”, sino de garantizar que se sienta seguro, atendido y feliz. Y eso marcará la diferencia tanto en tu experiencia como en la suya.